No te salves

 (Foto de Pio, osea mia)

Sobrevivir a una semana nefasta, donde solo quieres que acabe para poder domir, jornadas de 15 horas, en dos sitios diferentes, conducir como una loca para llegar a tiempo, rodeada de caminones, autovía Vlc-Bcn, estudiar (o intentar) media asignatura, no dar más de si, que te cuiden y se preocupen por ti, te pregunten por lo que haces y se interesen, disfrutar con lo tuyo, llamar a la suerte y solo tener una idea en la cabeza, una cama, un masaje y un tipo para que me de arrumacos y no poder hacer ese curso en Barna que tanto quería.

Y recordar que ayer, hacia tres años, que fallecía Mario Benedetti, el poeta de las palabras precisas, de saber escribir el alma, acariciar la piel con sus versos, no soy una experta, pero leyendolo siempre he pensado que con su poesía se podría conquistar a una mujer como a un hombre.

Y que estos versos son perfectos, palabras para no rendirse, vivir exprimiendo el día, día,  llevarse por las pasiones, amar y odior al  completo.

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino

y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.